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CIUDADANÍA LOCAL Y GLOBAL EN ACCIóN Y CONTROL INSTITUCIONAL. EXPERIENCIAS de INICIATIVAS y CONSULTAS CIUDADANAS A LO LARGO DEL PLANETA

9 julio, 2019 munizipalistok

La cuestión de la Transparencia, Participación, Consulta y Control de las instituciones públicas es una exigencia y demanda no sólo en nuestro ámbito local sino que atraviesa la acción del conjunto de las comunidades sociales del planeta para que las instituciones respondan a sus demandas, oigan y consulten sus voces, y puedan decidir sobre las cuestiones controvertidas y relevantes.

¿Estamos, debemos estar, queremos estar, en el «Siglo de la Gente» como se decía en aquel documental de la serie «Voces contra la Globalización» del cambio de siglo?

«El Siglo de la Gente» de Voces contra la Globalización
¿Han cambiado tendencias? ¿Han cambiado las necesidades? ¿Han cambiado los sueños?

La conciencia de que la justificación de la acción pública institucional es la atención y solución a los problemas de la gente, con la gente y para la gente es parte de la nueva conciencia del siglo XXI. Es bueno recordarlo, exigirlo y promoverlo en nuestro espacio inmediato, local, pero con perspectiva global, planetaria. La globalización tiene el riesgo de aumentar y alejar las soluciones de las reivindicaciones y necesidades locales por lo que la necesidad de la participación en la agenda política debe ser vital para los intereses de las comunidades locales.

 Son múltiples y variadas las experiencias de iniciativa local o municipal  en distintos lugares del globo. En base al informe ¿Firmar para influir en política? Modelos y experiencias de iniciativa ciudadana local de Pau Alarcón (UPF), Patricia García-Espín (UPO), Yanina Welp (UZH) y Joan Font (IESA), hemos analizado 21 experiencias situadas en Europa, Norteamérica, Sudamérica, Asia y Oceanía; y hemos analizado otros 3 procesos participativos locales más cercanos a Vitoria-Gasteiz.

  Los temas son, a su vez, diversos. No todas las experiencias decisorias  acabaron con éxito desde el punto de vista institucional, pero en la mayoría de los casos fueron exitosas por provocar un impulso y activación del tejido asociativo.

  Tres fueron revocatorias de alcaldes o alcaldesas: en Duisburg, Alemania, tras una tragedia en una fiesta con el fallecimiento de 21 personas; en Nagoya, Japón, para forzar nuevas elecciones; en Varsovia, Polonia, pidieron la revocatoria del alcalde por distintas razones como la carestía del transporte, la carestía de la recogida de basura, el retraso de la expansión de una línea de metro, por recortes y por exceso de empleo en la administración municipal. En Vitoria no se puede usar la Consulta Ciudadana para la revocación del alcalde, de un grupo municipal o de concejales.

  En Buenos Aires, Argentina, la iniciativa era por conseguir una zona verde en el barrio de Boca ante el desuso de una línea férrea. Algo parecido en nuestro caso podría ser el terreno liberado ante el soterramiento del Tren de Alta Velocidad desde Zabalgana hasta Salburua.

  En el Madrid de Carmena se puso en marcha una plataforma on-line para la toma de decisiones ciudadanas. Se llegaron a proponer 14 medidas, entre ellas un billete único para el transporte, conseguir un Madrid sostenible 100%, contratar energía 100% renovable… Asimismo, en la Barcelona de Ada Colau se decidió por Consulta Ciudadana elevar al pleno la decisión de Remunicipalizar la gestión del agua.

  En Córdoba se logró llevar al debate el mantenimiento de cinco calles con nombres de personajes franquistas que el gobierno conservador había propuesto.

  En Los Ángeles, Estados Unidos, se propuso votar la subida del salario mínimo por hora a 15$, asunto que afectaba gran parte de la población más humilde.

  En Berlín, Alemania, propusieron la votación de la remunicipalización de la red eléctrica. En esta Consulta participaron más de 600.000 berlinesxs.

  No en todos los lugares se ha llegado a votar a pesar de tener un reglamento para ello como es nuestro caso, en Vitoria-Gasteiz; así ocurre también hasta la fecha en Bogotá o Camberra.

  En la ciudad filipina de Quezón han votado en diversas ocasiones por temas locales referentes a la inseguridad, la vivienda ilegal, o temas de drogas o de mendicidad.

   Conocida es la tradición de Consultas en Suiza. Por ejemplo en Ginebra recientemente la ciudadanía ha tomado decisiones sobre recortes en bienes y servicios, o en recortes en subvenciones sociales y cultura.

   Otras cuatro ciudades norteamericanas han celebrado Consultas Ciudadanas; por ejemplo en Richmond para la regulación del mercado del alquiler ante la subida de los precios y por conseguir con ello una vivienda más asequible; en San Antonio consiguieron por Consulta Ciudadana la remuneración durante la baja por enfermedad; este asunto afectaba a más del 40% de la población más en riesgo; en Portland tomaron decisiones ciudadanas relacionadas con la representación por distritos para que lograra ser un representación más ponderada; en Oregón, deliberaron sobre incrementar penas de cárcel por crímenes graves o por conducir bajo los efectos del alcohol, o sobre el uso de la marihuana.

  En Helsinki, Finlandia, han sido varias las Consulta llevadas a cabo en la ciudad. Entre ellas, la implantación de un nuevo carril bici; y la que se difundióen la prensa española, como fue la construcción de una Gran Mezquita.

  En Cracovia, Polonia, la reacción frente a un gran evento deportivo llevó a la decisión popular en Consulta que supuso el rechazo a la participación como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno 2.022, por considerar la ciudadanía cracoviana de ser una inversión pública excesiva, que supondría un aumento de la deuda pública del municipio, que se destruirían importantes zonas verdes y se construirían infraestructuras poco útiles. La decisión fue tomada por un 70% de las personas participantes. ¿En Vitoria-Gasteiz sería posible una consulta así si un equipo de gobierno nos metiera en otra empresa como supuso el fiasco de la Final Four de mayo de 2.019?

  En municipios más cercanos debemos recordar las votaciones para la separación de Igeldo de Donostia; la mayoría de lxs vecinxs de Igeldo apoyaron la independencia del barrio de la capital guipuzcoana en noviembre de 2.013 en una votación, pero el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco anuló el Decreto de la Diputación que declaraba la segregación.

  Otra de cal y otra de arena: El pleno del Ayuntamiento de Tafalla aprobó solicitar al Gobierno la celebración de una Consulta sobre la incidencia del proyecto del nuevo corredor de la Alta Velocidad a su paso por el municipio; pero el Consejo de Ministros la ha desestimado este pasado junio argumentando que se trata de una materia “de interés general” y no es de competencia municipal. Sin embargo, en el vecino municipio de Alegría/Dulantzi el día 13 de enero del presente se celebró una Consulta Popular acerca de si estaban de acuerdo o no con la propuesta de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana que ordenaría la zona de las huertas del Convento de Santa Clara, susceptible de importantes mejoras urbanísticas para el pueblo.

Dulantzi

  La realidad de la tipología de la iniciativa ciudadana local es variada y desigual. Encontramos ejemplos de iniciativa en el Pleno en las que sólo se promueve el debate en el Pleno local que puede ser ignorado o desestimado, en el que lxs promotorxs participan en el proceso deliberativo con voz, pero sin voto, como sería en nuestro municipio el turno popular en los plenos, como recoge el artículo 44, del Reglamento Orgánico de participación Ciudadana.

  El resto de iniciativas, como las Consultas Ciudadanas, resultan más atractivas para canalizar la acción colectiva pues tienen un efecto directo en el proceso de toma de decisiones. La relevancia participativa y decisoria va ligada a los requisitos que se definen para su puesta en marcha. Estos requisitos hacen referencia a los lugares donde se pueden recoger y el tiempo para reunirlas, pero, sobre todo, al número de firmas requeridas, y en el caso de dar lugar a Consulta, las condiciones para que el resultado sea vinculante.

  En lo analizado nos encontramos la toma de firmas requerida tanto en número absoluto, que va desde 1.000 firmas para un área metropolitana, 100 para un municipio o 50 para un barrio, como el caso arriba mencionado de Filipinas, hasta las 61.500 firmas necesarias en Los Ángeles; como en términos de porcentaje, con un intervalo de recogida de firmas del 1,5% en el caso japonés, hasta un 20% en Bogotá (igual éste es el valladar por el cual allí no se ha celebrado ninguna consulta).

  Son pocos las entidades locales en las que un mínimo de participación en la consulta resulta necesario para que sea vinculante como en el caso de Cracovia que se exige un 30% de participación. Recordemos que a pesar de ello, en ésta localidad se consiguió votando un 35% de la población del municipio.

CONCLUSIONES

   En la  iniciativa ciudadana a nivel global existen modelos y procedimientos muy diferentes, que varían enormemente entre entidades locales de las diferentes regiones y países.

   Ante la crisis de las instituciones políticas, la iniciativa ciudadana y la toma de decisiones en Consulta Popular se presentan como una oportunidad, entre otras, de fortalecer la conexión entre la ciudadanía y las instituciones que la representan.

  Analizados los casos, se puede remarcar que no existen fórmulas mágicas de garantizar el éxito de un modelo de iniciativa ciudadana: lo que funciona en un lugar, puede fracasar en otro, y al contrario.

  Parte del éxito de la participación en una iniciativa tiene que ver con el tema, que sea de interés general para todo el municipio; que la toma de decisiones sea vinculante o simplemente deliberativo;  y que el porcentaje requerido de firmas no sea exagerado y/o el tiempo para recogerlas demasiado corto.

   Que es necesario incluir tanto para la recogida de firmas, como para la toma de decisiones, junto con la opción manual,  las nuevas tecnologías; se deben profundizar en plataformas on-line. Ésta sería una forma de implicar a sectores abiertamente excluidos de la participación institucional como las personas más jóvenes.

  Para contribuir a reducir la desconfianza hacia las instituciones políticas una cuestión esencial es garantizar la transparencia en todo el proceso. Esto significa establecer reglas claras y detalladas desde el principio hasta el final del recorrido de la propuesta, así como un sistema garantista de rendición de cuentas.

  Es esencial habilitar canales de información entre los distintos sectores implicados en el tema y la ciudadanía.

  La iniciativa popular debería concebirse como una escuela de Democracia directa como parte de un proceso que implica aprendizaje y evolución; y que nos empuja a mayores cotas de empoderamiento tras procesos de deliberación sana y debates pausados. La Democracia directa importa, y hay que ejercitarla para que la ciudadanía pueda participar más activamente de las decisiones y las instituciones sean más receptivas y se creen vías de interrelación y complicidad  entre ambas.

Y en VITORIA-GASTEIZ, ¿qué hay de una CONSULTA CIUDADANA?

  • Nunca hemos celebrado una Consulta Popular en Vitoria-Gasteiz ni de iniciativa institucional ni de iniciativa ciudadana; aunque ha habido un intento con el caso de la ampliación del tranvía hacia el Sur; y se han hablado de otras como la ubicación, en su momento, de la estación de intermodal de autobuses; o la referente a la ampliación del campo municipal de Mendizorrotza, pero que no han fructificado.
  • Que un grupo político (Bildu)  llevaba en el programa de las pasadas Elecciones de mayo de 2.019 el compromiso de promover una Consulta en esta legislatura acerca del proyecto del Bus Eléctrico.
  • Que la ciudadanía gasteiztarra puede decidir sobre asuntos de interés público de relevancia general y de carácter local que le afecten y sean de competencia municipal, pero que quedan excluidas aquellas en las que la consulta y el resultado de la misma, contravenga la legalidad y en especial vulnere los derechos humanos, afecte a la Hacienda local, a la estabilidad financiera del Ayuntamiento o a la territorialidad del municipio.
  • Que existe también la figura de Consulta Sectorial  o de ámbito territorial limitado, cuando la consulta, su resultado y efectos afecten de manera exclusiva a un territorio limitado o a una parte del territorio del municipio o, por ejemplo, al sistema local definido en el Plan General de Ordenación Urbana
  • Que se pueden celebrar hasta dos consultas al año.
  • Que todos los años el alcalde debe establecer, al menos, una fecha para ello; y que para este 2.019 es el domingo, 17 de noviembre.
  • Que en Vitoria-Gasteiz se debe recoger un 10% de firmas, lo que en este momento sería alrededor de 20.000 firmas y que las mismas no se pueden recoger vía on-line, aunque la votación SÍ pudiera hacerse por esta vía en el caso de las Consultas Sectoriales.
  • Que hay un plazo de 90 días para recoger las firmas, ampliable a 30 días más.
  • Que la consulta, tanto de iniciativa institucional como ciudadana, se considerará aprobada previo acuerdo por mayoría absoluta del Pleno municipal y autorización del Gobierno del Estado.
  • Que NO es necesario un quórum de participación para que sea vinculante… lo es de pleno.
  • Que el servicio de Participación del Ayuntamiento, una vez recogidas las firmas, debe poner al servicio de la Consulta medios y canales informativos y debate, y hasta un espacio en la web e implicarse de
  • lleno en la difusión de la misma.
  • Que sería deseable poner en marcha una Consulta en Vitoria-Gasteiz para desentumecer y engrasar la maquinaria de desarrollo de Consultas en el Departamento de Participación del Ayuntamiento; para que las vitorianas y vitorianos nos sintamos más activxs en la toma de decisiones de grandes temas que nos afectan y más implicadxs con nuestra institución más cercana; y porque pueden ser tiempos muy adecuados para el desarrollo de la Democracia directa ante la creciente crisis de la instituciones políticas.
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