¿Compatible un presupuesto anunciado con perspectiva social y feminista con la creación de un fondo público/privado de apoyo a las empresas?
12 junio, 2019 munizipalistokSegun la edición digital de «Noticias de Alava» de hace dos dias 10/06/2019 aparecía el siguiente titular
Euskadi creará en julio un fondo para la participación pública en empresas
Al parecer, como publicaban en el interior, se trataría de un «fondo público-privado» que «se enmarcará en la estrategia del Ejecutivo vasco de articular nuevos instrumentos de apoyo a las empresas » Según la noticia «El lehendakari ha explicado que el próximo mes se hará efectivo este fondo para «garantizar el arraigo de las empresas en Euskadi», que va a permitir «tomar participaciones» en compañías vascas y «contribuir con ello a la mejora de su competitividad en el mercado global, garantizando su arraigo y vinculación con el tejido económico productivo local».
La noticia se enmarcaba en el acto de presentación del
consorcio científico-tecnológico Basque Research and Technology Alliance (BRTA)
La referencia de la noticia en
La perplejidad aparente ante la noticia nace de que al mismo tiempo se anunciaba ayer a bombo y platillo la aprobación de las bases del nuevo presupuesto para el 2020 que se anuncia que tendrá como clave el Bienestar Social y la Perspectiva de Género. Es decir, un nuevo Presupuesto Social con transversalidad de Género que suena y se presenta como que el ejecutivo ha oído y atiende las necesidades y demandas de la ciudadanía.
Una referencia del anuncio tras el Consejo de Gobierno.
Se dicen dos rasgos significativos en esas directrices de presupuestos:
a) seguirán impulsando la Estrategia de Desarrollo Humano Sostenible que da forma al Programa de Gobierno 2016-2020. En este sentido, el Departamento de Salud será al que se destinarán más recursos, seguido de Educación, Empleo y Políticas Sociales y Desarrollo Económico e Infraestructuras.
b) como «palanca de la prosperidad para el conjunto de la ciudadanía». Para ello, se dará prioridad al desarrollo de instrumentos de financiación, a la participación en empresas, al desarrollo de proyectos estratégicos relacionados con la RIS3 de Euskadi, a la I+D+i (manteniendo el compromiso de incrementar el presupuesto el 5%) y al apoyo a la internacionalización de empresas
Presupuestos se nos dice desde el ejecutivo que seguirán siendo parte de una Estrategia de Desarrollo Humano Sostenible 2016-2010 (lo que supondría que si sigue la lógica de las propuestas e indices del PNUD -Programa Naciones Unidas para el Desarrollo, incorporaría la perspectiva de género) Y que derramarán prosperidad para el conjunto de la Ciudadanía por si mismos.
Sin embargo la Globalización Neoliberal ha roto la posibilidad de esa estrategia de Desarrollo Humano y Sostenible, mas allá de los límites e intereses de los entramados multinacionales y financieros globales que con mas poder que los estados subordinan estos en sus políticas de redistribución. Si estas políticas orientadas por fuerzas comprometidas con la ciudadanía pretenden una redistribución de la riqueza creada por su propio país disminuyendo los beneficios de las agencias económicas globales, la amenaza o la práctica de retirarse de sus territorios presionan con gran intensidad para bloquear toda veleidad redistributiva y social.
El paradigma Neoliberal de todo es mercado y que se paguen los servicios como cualquier otra mercancía, es decir, Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Atención a la Dependencia y Cuidados, con fórmulas mas privatizadas y mercantilizadaas y menos públicos, gratuitos y universales. Es decir que los pague quien pueda y quien no a los servicios públicos cada vez mas depauperados y limitados.
La perspectiva de Género y Sostenibilidad, queda en esta lógica en, mas incorporación al mercado de trabajo de las mujeres con valor de su trabajo mas barato y precarizado y el ambiente tratado como otra mercancía que puede conseguir además fondos públicos para una explotación supuestamente mas ecológica.
También parece desprenderse que si esta es la orientación de un ejecutivo con la misma conformación política PNV/PSOE (pues casi en paralelo se anuncia el nuevo pacto de gobierno bipartidista) y que por tanto, parece que orientará el futuro del conjunto de los pactos continuistas en Juntas Generales y Ayuntamientos de todo el territorio, el estilo y orientación del presupuesto 2020 sería generalizado y generalizable a todo el territorio donde gobiernen conjuntamente
Si esa es la lógica política, la del Desarrollo Humano Sostenible en la orientación presupuestaria, parecería lógico para cualquiera que oyera esto que pensara que sería mas coherente que se nos anunciara entonces la creación inmediata de un fondo público para atender y priorizar las acciones orientadas a fortalecer los recursos públicos (financieros, materiales y humanos) de las instituciones para resolver las necesidades de la parte de población en situación mas precaria, empobrecida y en riesgo de exclusión y marginación asi como para atender en las mejores condiciones la situación social del conjunto de la ciudadanía en general y especialmente a aquella mas tocada por la brecha de género.
Sin embargo lo que vemos no es eso, sino ¡fondos públicos para un fondo para ayudar el arraigo a las empresas en Euskadi!. Ni siquiera se dice a las empresas de sino a las empresas en Euskadi. Esto es a las empresas que pueden asentarse en Euskadi pero que pueden decidir cambiar de territorio a otros ámbitos.
No hay que ser demasiado lince para empezar a entrever lo que hay realmente tras la fachada del discurso. Continuidad con lo entendido por este ejecutivo desde el 2016 a la actualidad y que al parecer valoran como una práctica de Desarrollo Humano Sostenible. Es decir ¿la política de favorecer al entramado industrial y financiero, la política de privatizaciones, la paralización del gasto social, la oposición a todo intento de progresividad en el ámbito fiscal, lo que ha llevado a la generalización de la precarización y empobrecimiento de amplios sectores y retroceso en derechos económico y sociales, lo entiende el Gobierno Vasco como ¡Desarrollo Humano Sostenible!?
La lógica del Desarrollo Humano Sostenible mantiene dos lógicas contradictorias ya en su propia dimensión teórica, pero también práctica:
- Es necesario favorecer el Crecimiento Económico, es necesario crear riqueza para que se pueda redistribuir
- Hacen falta unas políticas de redistribución que aminoren las desigualdades y efectos mas nocivos del crecimiento económico
El paradigma del Desarrollo Humano tiene utilidad como revisión del enfoque del crecimiento económico puro y duro. Pone en cuestión que la redistribución que genera por si mismo el crecimiento puede ahondar en las desigualdades, ser insostenible y antiecológico y aumentar las diferencias de género, etnia, espacios y clases sociales.
Sin embargo muestra su debilidad para afrontar la gran crisis que origina la globalización neoliberal que debilita el poder de los estados, de las instituciones públicas para imponer y controlar la segunda pata de la redistribución por cuanto las agencias de la globalización económica y financiera tienen tal poder y movilidad que amenazan con su desplazamiento a los poderes nacionales.
Esto significa en la práctica y así lo hemos visto con la gestión real de la crisis y sus postrimerías que las diferencias se acrecientan, que se ha empobrecido a cada vez mas franjas de las poblaciones trabajadoras, que la tijera entre los mas ricos y los mas pobres se acrecienta y que la sostenibilidad del modelo se convierte en mas gravoso para personas, comunidades, derechos y medio ambiente.
De hecho en la práctica es lo que hemos visto en Euskadi en todas sus instituciones gobernadas por el PNV en alianza con el PSOE. Una política económica que se orienta a dar beneficios a los grupos empresariales y financieros multinacionales para que vengan al territorio y/o no se vayan. Huyendo de todo compromiso con exigirles mas recursos para las políticas públicas y sociales de sus beneficios (políticas continuistas o regresivas de fiscalidad), facilitando medidas para que los costes salariales sean menores, gastando en infraestructuras que faciliten su actividad interna e internacional, promoviendo investigación e innovación que les permita añadir valor añadido a sus posibles productos, y llevando una acción ideológica y discursiva según la cual lo que es bueno para empresarios y financieros en bueno para Euskadi y sus habitantes.
Y todo ello al tiempo que se desarrolla una estrategia de desacreditación de las fuentes críticas y de rebeldía, sindicatos, movimientos sociales, presa libre crítica, grupos de la oposición.. tapando escándalos y operaciones que ponen a la luz negociaciones y compromisos.
Y es que en el fondo la orientación presupuestaria se ha venido comprometiendo con el gasto de apoyo al mundo financiero y empresarial mientras el capítulo de la reversión desde las políticas sociales de la gravísima vulneración de las condiciones de la ciudadanía empobrecida mayoritariamente salvo una franja privilegiada con la crisis y las nuevas condiciones laborales de paro y precarización, se convierte en orientación de lo que se pueda tras lo anterior.
La pregunta final surge de todo loanterior… tras las dudas de si será humano y social, de si tendrá perspectiva de género, de si será sostenible, la gran pregunta ¿Serán Participativos?
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