Finalizábamos la semana pasada escandalizándonos por la pretensión de figurar como Ciudad Green con el estado de crisis urbana que la política del gobierno municipal y sus megaproyectos sin otro sentido que colaborar con determinados intereses de las elites urbanas y la situación de paro y precariedad estancamieno de cuidados y políticas sociales y reivindicando una ciudad verdaderamente Green para sus gentes, sus barrios y concejos para la sosteniblidad de sus ecosistemas, para el ocio y la movilidad de sus habitantes, para sus servicios públicos, para los derechos de sus trabajadores y trabajadoras del sector público y/o privado, para la inclusión de todas las personas que la hacemos dia a dia, para sus artistas y creaddor@s, para sus niñ@s y mayores,…

Y nos alegrábamos, al tiempo que nos seguíamos escandalizando, por la concesión del reconocimiento como Global Green City Award (Ciudad Verde Global) concedida por el Global Forum on Human Settlements (Foro Mundial Asentamientos Humanos) en Abdis Abbeba precisamente por el salto entre la mirada externa sin duda edulcorada en la visión presentada en este evento internacional por la institución y la mirada que la ciudadanía y sus plataformas sociales tenemos de la política municipal y la situación realmente Green de la Ciudad.

Ya se tiene el pomposo título, ahora hay que hacer realmente Green a esta Vitoria-Gasteiz en sus espacios y modelos de desarrollo en casi todos los ámbitos de la vida social urbana.

Entre las gentes y colectivos de la ciudad que ya mateníamos unos ojos mas que sorprendid@s e indignad@s ante la inacción de la oposición municipal que no había desplegado la necesaria, lógica y suficiente acción crítica política, local e internacional, como para hacer visible lo que eran insuficiencias y contradiciones de la política municipal para ser considerada una ciudad realmente Green, ya nos hemos quedado todavía mas alucinad@s ante el espectáculo, al comienzo del ciclo político, de esa oposición en la llamada «tradicional» fiesta gasteiztarra de Olarizu… donde se nos ofrecía esta foto

Y es que resulta evidente que la fiesta es la fiesta y el sentido político debe ser otro -especialmente en el caso de una oposición-. ¿Es admisible que con la política municipal que este equipo de Gobierno está implementando en lógica continuidad con la anterior, la oposición no sea capaz de hacer el mínimo gesto de disenso en un evento simbólico como Olarizu? ¿Es admisible dar la imagen de «buen rollito», caminamos, comemos, hacemos fotos, elaboramos anécdotas y bromas tod@s juntic@s y bien avenid@s como símbolo y registro de una ciudad feliz y maravillosa? ¿Ni un gesto de disidencia y/o oposición que presentar a la ciudadanía que está en Olarizu y a la que no está que también es ciudadanía?

Se podrá alegar que es una fiesta tradicional, que es un recorrido en el que se recuerda la correcta ubicación de los mojones, que tradicionalmente se ha hecho el recorrido conjuntamente, que la oposición se hará en la sede municipal y en su momento…

Se podrá alegar lo que se quiera alegar, pero es evidente que la imposición de la política y medidas de este ayuntamiento, su prepotencia, su negativa a la participación real, su ausencia de consulta ciudadana, sus compromisos reales con la ciudad real y sus gentes, no son precisamente de «buen rollito»…

O acaso es un «buen rollito» que te impongan un Tranvia Sur que no quieres, será mejor rollito que te impongan «un soterramiento», unas obras por toda la ciudad, un proyecto contra los bienes públicos como el de Mendizorroza, unas caricaturas de participación en Auzogunes y Elkargunes, es realmente un «buen rollito green» la tala de arboles que se está acometiendo en diversos puntos urbanos, es acaso «mejor rollito» las políticas de privatizaciones de los servicios públicos municipales, ….

¿A quien mira esta oposición? ¿Su buen rollito no debiera estar comprometido con la ciudadanía y especialmente con otro modelo de ciudad? ¿Su buen rollito no debiera ser realmente Green?

Que el «buen rollito» prentenda visualizarlo el equipo de Gobierno nos parece normal, entendible y hasta inteligente, lo que nos parece inadmisible es que la oposición deje de ser tal y espere que tenga que ser el propio momiento ciudadano quien lo haga…

Parece claro la oposición municipal y la exigencia y defensa de la ciudad realmente Green en el caso de Vitoria-Gasteiz la deberá hacer el movimiento social y ciudadano de la ciudad.

Imagenes tomadas de Gasteiz Hoy, Norte Express y Diario de Noticias de Alava