LA GUERRA EMPIEZA AQUÍ, con la colaboración entre la banca armada y los militares.
“Cuando los de arriba hablan de paz, el pueblo llano sabe que habrá guerra” nos advertía Bertolt Brecht en su “Catón de Guerra”, y eso es lo que está sucediendo hoy en esta sala de la Fundación Vital. Porque cuando el poder financiero (la Vital, una de las entidades que participan de la “Banca armada” ) invita al poder militar (en este caso a dos coroneles) a hablar de Paz y Armamentos, el pueblo llano sabemos que están sembrado la idea de la guerra, que luego harán brotar brutalmente en algún momento y lugar del mundo. Por eso mismo, podemos decir que esa será una guerra que empieza aquí, desde el instante en que, quienes alimentan las guerras con sus finanzas invitan a hablar de Paz a quienes las llevan a cabo con sus ejércitos, y ello sin que el resto de la población fuéramos capaces de contrarrestar la siembra de esa semilla de guerra. Por eso estamos aquí.

Porque hoy, en una sala de este centro, la Fundación Vital y el Ministerio de Defensa han organizado dos conferencias públicas, una sobre “Los Caminos de la Paz” y la otra sobre “Control de Armamento. Paz y Seguridad para Europa”, y han elegido como ponentes en ambas, única y exclusivamente, a sendos coroneles del ejército español. Pero, además, estos dos coroneles no están elegidos al azar.

Juan José Otiñalo Viñes, el nombrado para disertar de “Los Caminos de la Paz”, ha ejercido durante años diversas responsabilidades en una institución cuyo propio nombre repugna: la Escuela de Guerra del Ejército. No es de extrañar que en una de sus últimas colaboraciones para la “Revista Ejército” con un artículo sobre el “Modelo de orientación profesional” utilizaba la siguiente cita: «Aprendiz, maestro, líder ese es el verdadero camino del guerrero para encontrar la excelencia”(Cita del autor)
Sin duda el mejor ponente para hablar de los Caminos de la Paz

El coronel Francisco Lanza Molla, elegido para hablar del control de armamentos, resulta que es hijo y hermano de dos especialistas en la fabricación de armamentos. Su padre, Francisco Lanza Gutiérrez, desempeñó sus habilidades y conocimiento de las municiones tanto en la Fábrica de la Marañosa como en la E.N. Santa Bárbara de Industrias Militares, de una de cuyas plantas llegó a ser director. Su hermana Paloma trabaja en General Dinamics Santa Bárbara de Sistemas y fue jefa del proyecto de construcción-puesta en marcha de la planta turca de pólvoras de Kirikkale, y ha tomado parte en proyectos como el programa de industrialización-venta del misil Spike para el ejército español. Parece que la familia, más que del control de armamentos sabe de su producción y
comercialización.

Las relaciones de la Caja Vital a través de su participación en Kutxabank son una triste realidad en una organización financiera que nació teóricamente con la idea de fomentar las obras sociales. Hace mucho que eso no figura en sus planes, pero pasar de ello a hacer negocios con las armas produce repugnancia social. Son conocidos sus créditos al sector de la industria militar (Maxam o Sener) y su participación en otras (Indra). Ello, por ejemplo, ha llevado a que Kutxabank fuera ubicada a primeros de esta década en el top ten del ranking de la “banca armada española”.1 No es de extrañar que, para animar el negocio del comercio de armas en el que invierte, se preste a colaborar abiertamente con el Ministerio de Defensa.

Vergonzoso es también que todo ello se lleve a cabo en una ciudad como Gasteiz que ya en mayo de 1990, como consecuencia de un sentir generalizado que la sociedad gasteiztarra venía expresando reiteradamente en multitud de actos, declaraciones y movilizaciones, el Pleno del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz aprobara, sin ningún voto en contra, una moción que, entre otras cosas, propugnaba “una sociedad desmilitarizada, democrática y justa, que sea capaz de luchar contra sus auténticos enemigos –la pobreza, el paro, la incultura, etc- destinando los impresionantes gastos armamentistas a inversiones educativas y de formación profesional, de salud y medio ambiente, de investigación y cooperación con países subdesarrollados…”. En ese mismo Pleno se aprobaba otra moción en la misma línea que instaba a “evitar la realización dentro del término municipal de cualquier acto o parada militar”.

Nosotras defendemos esa Gasteiz desmilitarizada y antimilitarista y por eso nos hemos concentrado aquí, para denunciar a quienes como la Fundación Vital y el Ministerio de Defensa, no sólo no respetan ese acuerdo de la ciudad, sino que con subterfugios, y pensando tan solo en sus intereses propios, intentan sembrar las semillas de nuevas guerras.

Con actos como el de hoy se impulsa el que la guerra, ( con sus nefastas consecuencias de muertes, personas refugiadas y desplazadas, destrucción, miseria, y hambre…) empiece aquí. Nosotras, por el contrario, recogiendo el testigo de esa ciudad antimilitarista, estamos empeñadas en negar nuestra tierra y el abono social para que esa semilla de guerra prenda.

http://www.bancaarmada.org/images/138_Informe11_banca%20armada.pdf

El manifiesto en versión .pdf para descargar: