El 18 de julio se han cumplido 83 años del golpe de estado franquista contra el régimen republicano democrática y legítimamente establecido. Para recordarlo y denunciar la impunidad de aquellos execrables acontecimientos las fuerzas políticas alavesas de EHBildu, Podemos Ahal Dugu, Ezker Anitza y Equo Berdeak han organizado de manera unitaria un homenaje y una concentración.

Ante el ascenso de la extrema derecha y de la posturas ultras que aún defienden y ensalzan el franquismo y aquella criminal dictadura, hoy más que nunca se hace necesaria una respuesta unitaria por parte de los partidos democrátixos, asociaciones y movimientos sociales (pensionistas, estudiantes, feministas, cooperantes…) y demás organizaciones de víctimas, memorialistas y políticas, que luchan contra la impunidad, así como de la sociedad civil concienciada y demócrata.

De esta forma, la Plataforma Vasca contra el Franquismo ha presentado una Iniciativa Legislativa Popular para conseguir una Ley integral de Memoria Histórica en Euskadi que aborde todas las vulneraciones de Derechos Humanos cometidos a raíz del golpe militar del 18 de julio de 1.936.

En este sentido, la pervivencia de la Impunidad durante más de 40 años nos interpela y nos plantea la necesidad de mejoras en la lucha de las organizaciones que luchan contra la impunidad. Hay que continuar denunciando, pero si seguimos haciéndolo de modo particular, seguiremos obteniendo los mismos resultados. De aquí la importancia de esta movilización conjunta.

No podemos olvidar que la Impunidad se asienta en una profunda degradación jurídico-política heredada de la Dictadura y no depurada por esta Monarquía restaurada en 1978, y está sostenida por fuerzas nacionales e internacionales muy poderosas.

Esta lucha no es el asunto de unas víctimas particulares; tampoco una cosa de nostálgicos, revanchistas o antisistema, sino una lucha profundamente actual y colectiva: primordial para dar una salida democrática a esta crisis del Estado.

Recuperar los principios transicionales no es algo que interesa y beneficia únicamente a las víctimas, sino a todas las clases populares del conjunto de las comunidades y nacionalidades del Estado. Por ello, la necesidad de la Ley de Memoria Histórica Vasca.

Pero también, necesitamos hacer esta lucha lo más viva y compartida posible como la mejor forma de que trascienda la evidencia de que exigimos Verdad, Justicia y Reparación, por crímenes de Lesa Humanidad, que no prescriben ni pueden ser exonerados por leyes de amnistía.

Por todo ello, se hace imprescindible exigir a las instituciones de Vitoria-Gasteiz, Araba, Euskadi y Navarra, y del Estado, el reconocimiento y  la participación directa de las organizaciones de víctimas en todos los ámbitos y planes de recuperación de la memoria democrática.   

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