¿Es una buena política tratar de ocultar y silenciar datos públicos que reflejan el empobrecimiento y la marginación de una parte de la ciudadanía?
13 julio, 2019 munizipalistokParece que el ejecutivo de Lakua ha intentando esconder datos como los siguientes
» La pobreza sube en la CAV un 46 % en la última década
Un total de 130.965 habitantes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa viven en situación de pobreza real, un 6,9% más que en 2016 y un 46% por encima de los que sufrían esta situación en 2008, mientras que la ausencia de bienestar afecta a 270.294 ciudadanos, un 17,3 % más que en 2016″
O que
«En las tablas se recoge que las 130.965 personas en situación de pobreza real suponen el 6,1% de la población y las que tienen ausencia de bienestar el 12,5%. El aumento de personas pobres con respecto a 2016 es del 6,9%, incremento que es especialmente significativo si se analiza la evolución en la última década (2008-2018), en la que el aumento es del 46 % … A estos datos hay que agregar que 172.307 personas (8% de la población) viven en riesgo de pobreza» Articulo de Naiz con referencia mas abajo.
Desde luego hay tres cosas que se nos ocurren ante un asunto de este tipo:
- Indica una falta de transparencia de los ejecutivos de las instituciones públicas que lo hagan por mucho que se les llene la boca de transparencia y publicidad pasiva y activa de datos
- Es una falta de etica política y de juego sucio sobre los intereses públicos, comunes, de lo que es de todos y todas, derecho a saber, derecho a participar, derecho a exigir, derecho a pedir cuenta de los compromisos electorales,…
- Es una radical tontería porque cualquier de los agentes y actores en juego, oposición, medios de comunicación, comunidades sociales críticas y/o participativas van a conocerlo y hacerlo público.
Bien pues parece que los tres errores de política básica los ha cometido el ejecutivo vasco en relación con los datos de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales de 2018, que curiosamente es obra del Departamento de Empleo y Políticas Sociales de ese propio ejecutivo y que ha salido a la luz gracias, no a la consejera del área Beatriz Artolazabal que sin embargo no pierde imagen cuando se trata de trasladar noticias favorables al ejecutivo. sino por la parlamentaria de Bildu Nerea Kortajarena.
Evidentemente cumple los tres objetivos, se ha conocido y hecho público por la oposición, revela una falta de ética política inadmisible -por lo que en cualquier régimen de democracia estable seguramente debiera haber dimitido- y es una burla a la tan cacareada transparencia de que hacen gala los ejecutivos del tripartito, además de una burla a la ciudadanía, las personas que están en situación de pobreza y/o riesgo de empobrecimiento, y una auténtica estupidez porque el ocultamiento se les vuelve como un boomerang en su contra.
Para ver el conjunto de los datos ver el artículo de Naiz
El crecimiento intenso como producto de una intensificación del paro, el precariado y la perdida de condiciones y derechos laborales y sociales, deja este rastro como compañero inseparable. Los ejecutivos intentan justificarlo con la imagen de que este «crecimiento económico y mercantil» que favorece a muy pocos, se convertirá en «desarrollo humano y sostenible» para todos y todas por cuanto se hace políticas públicas de redistribución con las políticas sociales.
Pues evidentemente, estos datos muestras -hay muchos datos que lo confirman a nivel local y global- de que esto no es así, ni en Euskadi, ni en Nueva York ni en la India, o en la realidad sudamericana y/o africana.
Pero no ya es que se mienta sobre la contradicción entre crecimiento mercantil y redistribución y desarrollo humano sostenible, sino que se intenten ocultar los datos que muestran que esta política es nefasta para amplias capas de la población gasteiztarra, vasca y o de otros lugares de cualquier lugar de la tierra.
Desigualdad social, entre estratos de población, pero desigualdad de género inserta transversalmente en la misma lógica y desigualdad por orígen. La pobreza, el empobrecimiento tiene rostro de mujer y también de mujer emigrante. El modelo dominante es crecentista, es machista y patriarcal, es urbanocrecentista y creador de grandes barriadas de la desigualdad y de encubrimiento de los diversos niveles de pobreza y riesgo de pobreza.
Defender el modelo es responsabilidad de quien lo haga y debe ser la ciudadanía quien lo valore en las sociedades democráticas y de derechos, pero ocultar las realidades es propio de la desfachatez y la debilidad democrática y de la destrucción de la transparencia y la ética política y comunicativa
Nos parece digno de admiración que el Banco de Alimentos actúe con parte de la población en situaciones de pobreza y/o exclusión como recientemente reflejaba la prensa sobre su actuación con la «pobreza oculta», ver en DNA este 10 de Julio de 2019
https://www.gasteizhoy.com/pobreza-oculta-alava/
Pero una cosa es la acción de las ONGDs y otra la de políticas publicas, económicas y/o sociales que actúen evitando la pobreza, exclusión y marginación de sectores de la ciudadanía.
Políticas públicas para evitar la desigualdad ante lo comun y colectivo, Políticas Públicas para destinar lo comun a restablecer la desigualdad, los derechos y las exigencias de transparencia y visualización abierta de datos de la sociedad y de las instituciones que son de todos y todas.
Deja un comentario